6 jul 2007







Ya son cerca de tres años y siguen sucediendo cosas. Por una parte ya me siento enfermo de tantas. Por otra es una especie de ilusión, de la sal y pimienta que me gusta que tenga mi vida. Aunque mi auto-protector me frena. No se merece mi atención, debería estar volteando para otros lados. Bueno, la verdad es que volteo para muchos lados, pero ese flanco debería estar olvidado, bloqueado. Me costaba trabajo creer en esa conexión entre personas que se relacionaron en algún momento pero cada vez me convenzo más. La energía es muy poderosa, lo he experimentado varias veces. Claro, no cualquiera. Yo por lo menos no confío tanto en mi capacidad mental pero de la suya sí, es la que más me preocupa. Cien a uno a que es el pilar principal de lo que queda de puente entre nosotros, si es que queda. Es posible que recientemente haya decidido mandar al escuadrón de derrumbe por contingencia y ahí haya quedado todo, eso espero. Me acuerdo que el Santero le dijo: "tu podrías estar haciendo lo que yo hago". También me acuerdo cuando estábamos juntos que no me gustó tanto la idea en ese momento, ahora menos.

Me pregunto qué estará pensando. O qué habrá pensado. Digo, la verdad es que hice algo cuyo riesgo de ser mal interpretado es peor que ver salir a un ministro de culto de un negocio como el del Excepción (por describir). En el fondo sabía que era ella, casi no me quedaba duda, por eso no me preocupé por confirmar, total, para qué? Ojalá de este pensar sobrio me hubiera acordado en ese momento. Mis pensares sobrios suelen ser muy distintos a mis ebrios...

Saliendo del concierto de los Amigos (qué buen concierto por cierto) y de dejar en su casa al Ave Leña (activa lectora y comentadora de este espacio además de excelente amiga, compañera, vidente, deductiva e incansable promotora de mi equilibrio) fui en busca de mi buen amigo... El Excepción (un excelente amigo personal que cumple con muchas de las características de lo que nunca escogería para amigo pero lo es, confirmado). Después de tomarme más tragos con él, escuchar y cantar en la Cueva favorita de ambos (un bar digno de locación de película mexicana de bajos recursos) fuimos a hacer corte de caja a su lugar. Suelo, cuando lo acompaño, platicar con sus empleadas. He desarrollado una capacidad de avenencia muy particular con ese gremio tan particular. La clave es escucharlas y sorprenderte. He escuchado de todo y finalmente, después de una tendidísima plática de quince minutos me convierto en un diván. No se por qué, debe ser mi trato o simplemente mi físico que no es compatible con sus intereses y no resulto atractivo en otros aspectos. Tal vez mis ropas, o mis maneras, no se. Yo me divierto, me cambio de nombre, de oficio, de personalidad (a veces soy como no soy), en fin, aprovecho mientras aquel cuenta sus billetes y trato que no me descubran entre ellas haciendo amarres de información dignos de un espía.

Así lo hice alguna vez antes con "Miroslava" (este no es seudónimo. Bueno, sí es pero no la bauticé yo para este espacio, así se "llama") y terminé dando mi teléfono para darle un consejo legal o legaloide en su caso. Me pareció, sin querer sonar engreído, que quedó encantada con mi trato. Seguramente en mi "curda" (como dicen los cubanos) pensé en que me había ganado un nuevo cliente o simplemente andaba jugando al salvador, todavía suelo hacerlo aunque ahora menos que antes. Dos horas después...el rin ring de mi teléfono en el más alto de los volúmenes (mi error) me despierta. Teléfono desconocido 323120303 o algo así veía en la pantalla. Apenas recuperándome del susto contesto y El Mudo. Cuelgo... suena. Contesto y El Mudo otra vez. Cuelgo... medio pienso, medio me enojo y marco... contestan y El Mudo. Diciendo alguna frase como "qué hueva" Colgué y me dormí.

Es el caso que aquella vez (después del concierto y de dejar al Ave Leña, de la visita a la Cueva favorita, y que acompañé a El Excepción a hacer corte de caja -véase dos párrafos antes-), me encuentro una vez más con la buena "Miroslava" (ni tan buena la verdad). Esta resultaba ser la única-otra sospechosa de la llamada que dios sabe bien cómo me sacó un susto cuando ya estaba soñando. Tal vez me había escuchado la voz de dormido y le dio pena (uno qué sabe lo que piensan estas mujeres). Ya con forma de diván, aunque esta vez muy desvencijado debido a los rones, me quise quitar la duda y: No. No era ella la que me había marcado, aunque lo dijo en un tono que no me terminaba de convencer...
-Ahorita va a ver, seguramente no cuenta con que guardé el teléfono. Ya hace casi dos meses de eso- pensé. No se si era que la quería "sorprender" o qué diablos. Tal vez lo que quería era quitarme esa pequeña duda que traía. Cualquier día pude haberlo hecho, yo se. De hecho lo traía planeado (en un teléfono público, jugar una bromita pesada, a veces hago eso) pero no, ese día a esa hora me decidí y marqué el número que guardado en mi teléfono como "Marcar" esperaba su turno. Total, qué puede pasar:

Riiing, riiing, riiing, riiing, riiing, riiing... entra una grabación:

Voz de hombre, casi robot de esas que son pregrabadas: -Estás hablando al teléfono de...-

Voz de mujer, casi niña, de esas que no se olvidan: -La Pecosa-

En mas o menos uno coma tres segundos pensé: Putísima madre! Qué voy a hacer? Cuelgo!? No, no mames!! Son las seis de la mañana! Qué mamada! Qué hago!? Qué pendejo! Si ya sabía! Para qué hacía esta mamada!? Ahora qué voy a decir? Cuelgo? Me lleva la chingada! No! Si cuelgo está peor...

-Pip...-suena el tono.

Instantáneo "vuelvo a la compostura" y literalmente ladro:

-Nada más reportándome a una llamada perdida- Dije eso mientras mi cabeza se flajelaba, se taladraba diciéndose... "DOS MESES DESPUÉS?! Muy salsa dices eso!? PENDEJO, PENDEJAZO"

Bueno, son cosas que pasan pero me sigo preguntando... Qué estará pensando?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhh que padre se siente que la mencionen a uno.
Hablando de la pecosa...No te arrepientas de tu polite mensaje. Creo que estuvo fenogenial!

ElOrdinario dijo...

jajaja, se nota q extrañaste a tus sobrinos (digo por lo de Fenogenial) Pues ya qué! Yo creo que dentro de la metida de patas fue la menor, aunque sigue siendo metida de patas. Vas a ser mencionada yo creo en varios, vete acostumbrando. Saludos

Anónimo dijo...

que alarde de honestidad matutina, total dos meses son nada desde la teoria de la relatividad,ademas fue cierto estabas devolviendo la llamada